domingo, 18 de noviembre de 2012

la llama

La llama (Lama glama)






Archivo:Llama lying down.jpg




 (En aimara qawra) es un mamífero artiodáctilo doméstico de la familia Camelidae, abundante en la Puna o Altiplano de los Andes de Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador y Perú; Fue creado por los pueblos andinos nativos mediante selección artificial a partir de guanacos salvajes que fueron domesticados, del cual, por lo tanto, la llama deriva. Según recientes estudios de ADN, esto ocurrió, en principio de manera independiente en tiempo y espacio, en sectores del sur del Perú, norte de Chile, noroeste de Argentina, y el oeste de Bolivia. Fue aprovechado al máximo por el imperio Inca: era utilizado como animal para sacrificios, se obtenía carne y lana de él, y era aprovechado como animal de carga (el único antes de la llegada de los españoles a América, si se exceptúan los perros de los trineos inuit o «esquimales»).
La llama, taxonómicamente, es una subespecie del guanaco. La especie completa considera a los siguientes:[1]

 Hibridación

La cama es un híbrido entre una llama y un dromedario, demostrando la cercanía genética entre ambas Tribus en que está subdividida la subfamilia Camelinae.
Antes de la presencia española, las llamas fueron representadas en la cerámica Mochica (200-600 d. C.) y constituyeron los únicos animales ungulados domésticos del Imperio inca. Fueron apreciados no solamente como bestias de carga, sino también por su carne y las lanas. Tras la llegada de los españoles, las llamas fueron utilizadas en lugar del caballo, del buey, de la cabra y de las ovejas, animales originarios del Viejo Mundo. Eran usadas por todos los pueblos andinos desde el sur de Colombia a la Araucanía en el sur de Chile. Su población antes de la conquista se estima en 30 a 50 millones de animales; eran el principal ganado de estas tribus y naciones, aunque después de la conquista su población se redujo marcadamente, al igual que la de los indígenas.
 

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